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Mostrando entradas de 2014

Maratiranos, maratontistas o lo que sean

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Las dictaduras me parecen espantosas, horribles, asfixiantes, mortales. Las militares en primer lugar, las de la plutocracia disfrazada de democracia, las del latrocinio vestido de populismo, aun las del proletariado que siempre (o hasta ahora) acaban en plutocracia, latrocinio o militarismo... las dictaduras me joden,  pero la nueva dictadura de los maratontistas que usan las calles como si estuvieran corriendo sólos en el Sahara,  como si fueran verdaderos, auténticos, geniales maratonistas me genera muuuuucha ansiedad. Andan revoloteando sin medir riesgos,  o quizás se trate de conductas medio suicidas (pero a lo tonto, como para quedar rotos), parecen querer  matar las energías de un "enemigo" que, presumo, sienten adentro... dientes mordidos, culitos apretados, algo han de querer decir, me pregunto. Los veo y me veo: yo fui de las primeras generaciones de maratónticos,  maratontos o matalíbido,  que hace como 10 o 15 años comenzamos con las zapatilla...

El ciclo de la mariposa

Ese miedo que aparece por el porvenir, por no saber cómo serán esos futuros inciertos, ese pánico, esas catástrofes predichas se disuelven cuando recuerdo que las sorpresas del futuro son lo único que me aparta del tedio, de la medianía, del nihilismo. Aunque el futuro se obstine en contradecirme, me hace sentir vivo en cada cambio, con cada asombro que me regala. Un día de fines del invierno paseaba en un camino vecinal, recogía flores de adormidera, la conocida campanita, y gajos de mburucuyá, para hacerme una tisana... sana sana colita de rana. También quería trasplantarlos a mi pequeño patio urbano. Volví,  y sin mucha habilidad los puse a habitar el cantero, confiando en que algo crecería. Al tiempo comenzó a subir por entre las matas un gajo lleno de sarmientos, parecido a nada conocido hasta ese momento, que se trepó a la reja que finge proteger la ventana. Yo elucubré que sería, además de un bello adorno, una defensa para el calor de  las tardes del verano q...

Me empezaron a dejar los relojes

Me empezaron a dejar los relojes de a poco se fueron deteniendo sus agujas los péndulos en equilibrio no pueden moverlo al  tiempo Así un día se habitaron sus cuadrantes de silencio y de ahoras permanentes casi eternos Un día desolado las pulseras y el ticktack se fueron yendo el sol no había asomado sin embargo  yo sabía que el tiempo hacía mucho que ya pasaba lento Un día los relojes me dejaron los busqué por todos lados recorría con afán cada momento miraba el celular la tele, las noticias la tirita azul de la pantalla pero no podía escaparle al tiempo Un día un rato un momento un tiempo ¿cuándo? ¿me dejaron…  o se fueron? reloj                      latido                       ...

Cómo no

¿Cómo no completar las formas de las sombras con miradas sobrias de ardor dispar? ¿Cómo no saltar los mansos muros del sutil abismo crepuscular? ¿Cómo no florecer con cada sonido incorporándome al aire en un aletear? Osvaldo C. Trossero

Un darme cuenta

Hoy es un buen día para un darme cuenta importante. Hoy me volvió a resonar una frase que hace muchos años, en un sueño, me llegó quién sabe de dónde que me decía: "abandoná los juicios" .  Al poco tiempo de haber recibido ese mensaje, escuchando la radio encontré un pasaje de la Biblia, lo busqué y lo leí " No juzguéis, si no queréis ser juzgados. Porque con el mismo juicio que juzgareis, habéis de ser juzgados, y con la misma medida con que midiereis, seréis medidos vosotros. Mateo 7,1-2)" .  En ese momento estuve tentado a aplicar la frase a los demás, a decir: "he sido juzgado", a lamentarme, pero pude ver que el que había recibido el mensaje de abandonar los juicios era yo, y no pude hacerme el sordo con dos señales que me marcaban el mismo camino. Por un tiempo lo llevé claro en mi conciencia, pero el olvido y el ego fueron mañeros. Marché con ellos por los caminos y al poco tiempo volví a emitir fallos y sentencias a los otros, olvidándome ...

Mi diálogo con una sombra

De pronto  en el rincón aparece una sombra, que se escurre con la menor luminosidad y regresa cuando menguan los brillos. Siniestra es sólo una palabra que se quiere cargar a los hombros de esa sombra y no puede hacerlo. Siniestra no puede, funesta tampoco lo logra. “Inquietante” lo intenta, pero no consigue ese puesto. Alguna vez en mi infancia me enseñaron que a los monstruos hay que ponerles nombre para que dejen de serlo: un monstruo no se puede llamar Carlitos, no lo resiste, se disuelve. Ya más grande comprendí que preguntar era un buen recurso con los desconocidos, así que le pregunté a esa visión obscura, que había aparecido en un rincón de mi cuarto, cómo se llamaba. Ella amablemente me dijo simplemente: sombra. Continué curioso ante su respuesta y quise saber qué tipo de sombra era y ella me reveló que era una sombra reparadora, que solía vivir en un lugar llamado Gaza y que, no sabía  bien cómo, un súbito arremetimiento __dijo la sombra__  la condujo a est...

Prosa para la poesía

Yo quiero escribir poesía para que mis emociones fluyan. Que corran fuertes o suaves, o mezcladas en el papel, en el aire, en mi voz, donde sea. Yo quiero que salga lo que tenga que salir, como salga. Quiero que sea una creación y no una fuga, un parto y que, aunque venga con dolor, sea todo menos una sepultura para aquello que inunda en sombras la realidad vívida de los sentidos, del uno al sexto y al séptimo también. Quiero que sea un catalizador, disolvente de las noticias del mundial y la alegría forzosa, confortable y agradable que nos duerme y que se desvanece al rato nomás, que sea un radar y un desintegrador poético para las caras de los políticos que nos mienten desde la sonrisa en adelante, robando votos, botas, botes, botox, lo que sea, que abandonan su pasado para construir futuros lujosos y olvidan a su querido pueblo tanto como a sus declaraciones juradas.... quiero que transforme, despierte, arremeta, arrulle, que ayude a dormir si puede, pero que no obnubile, embobe, a...

Cambiar por cambiar

Cambiar,  esperanzas y dólares formas de vida y creencias cambiar las costumbres  las ciencias cambiar si se puede y si te dejan Cambiar de papel de escenario cambiar por dolor cambiar por otario imposible es el cambio cambiar el futuro el pasado cambiar  el presente y si hace falta… cambiar de repente Cambiar despacio o de raje cambiar con dolor con coraje cambiar entre besos y abrazos cambiar hasta las manos       hasta los brazos cambiar en el sol del desierto y dejar que el cambio sea cierto Cambiar sin piedad sin respeto cambiar porque ya estoy repleto cambiar en la noche fluidos y a la mañana cambiar de la cama todos los tejidos cambiar por amor por tristeza cambiar y hacerle promesas: por vos cambio y si es necesario renuncio a mi rol de corsario Cambio de vida de monta cambio de ritmo de impronta cambio si quiero y si no quiero no cambio cambio opinión p...

Last man standing... El último hombre en pié... fragmento de un diálogo de una ética particular

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Capt. Tom Pickett:  Las cosas en este pueblo están fuera de control. Hay dos bandas, quiere decir que sobra una. No soy un idealista. Sé que hay un montón de cosas que la gente hace que son horribles, pero eso es entre ellos y Dios. ¿Crees en Dios? Yo creo en Dios, hijo. Pero lo que me preocupa es mantener a raya las cosas, y lo que tenemos aquí en Jericó es un camino que se ha ido de madre, y el sheriff Galt, aquí presente, no puede hacer mucho al respecto, ¿no? En verdad, sería más justo decir que él es parte del problema, ¿verdad? Ahora bien, vos estuviste yendo y viniendo, jugando en ambos bandos, según el Sr. Galt, haciendo un montón de dinero de todo esto. Bien, eso se terminó, hijo. Voy a volver acá en diez días, y voy a traer unos veinte rangers conmigo. Sólo voy a tolerar UNA banda, porque así es la naturaleza de las cosas. Cierta cantidad de corrupción es inevitable. Pero, si encuentro DOS bandas acá cuando yo regrese, entonces en un par de horas no va a haber NINGUNA ban...

Aceptación

Siento un rumor en mi mente incesante, auténtico, presente no es de verdad o de mentira no representa la realidad, tampoco la fantasía es un rumor de palabras de ideas de miedos de añoranzas de mezclas de revotes, neuronas chispeando cataclismo de impulsos eléctricos mensajes químicos ondas magnéticas interferencias ambientales malamente nominadas como “inteligencia” Siento una esclusa cerrada a la altura del cuello que no abre ni se mueve cuando con fuerza intento remover su bloqueo rodar el molinete que mantiene ocluida mi cabeza hirviente y mi cuerpo escindido como si fuera un paquete atado con hilo sisal embrollado hasta que apriete. Necesito expresar en chorros de palabras bruscos, enormes, erosivos lo que guarda mi mente aunque no valga nada o sean pepitas de oro y caigan en catarata ahí revueltos, guardados en esa calabaza que es mi cabeza o sean ideas sin norte añejando la nada en una enorme ca...

La lluvia y los horneros

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Veo una pareja de horneros trabajar su nido bajo la lluvia, como si estuvieran urgidos por un patrón severo que no alcanzo a divisar. Trabajan sobre la copa de un palo borracho joven, que crece frente a la ventana de mi escritorio, donde a veces logro poner en orden palabras e ideas. Ese árbol, plantado por un vecino hace unos años,  fue podado recientemente en su tronco principal, tronchado sólo para que no peligre un tendido eléctrico que al poco tiempo fue trasladado. Daño inútil. Lo miraba y me decía qué feo trabajo que hicimos los humanos en ese pedacito de naturaleza. Desde hace unos días veo crecer la casita de los horneros, o caseritos como les decimos también en estos pagos.  La vi coronar el corte del tronco en lo alto, la amputación, y  se me ocurrió que la misma naturaleza estaba construyendo en los bordes donde los hombres nos empeñamos en dañarla. Mi barrio, de las afuera, recibe la migración de los pájaros de los campos cercanos, que huyen ma...

¡Pongamos las manos a rodar!

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¡Pongamos las manos a rodar! Que las almas muevan las manos y las manos muevan las ideas y las ideas muevan las palabras y las palabras muevan las almas y así sigamos dando vueltas y más vueltas… hasta que el mundo sea en verdad redondo y entonces todos podamos saber que es un proceso y que hoy estamos en la cúspide y mañana en el fondo y que por eso mismo la cúspide no está hecha todita de éxitos y el fondo no es un rejunte de fracasos son sólo dos lugares en la rueda desde donde vernos para seguir rodando. Juntos, todos, sin que importe siquiera si somos “todxs” “todos y todas” ni el nombre ni el lugar somos una rueda sin ruedo con hilachas si queremos: totalidad integridad integración ¡Pongamos las manos a rodar! Osvaldo C. Trossero 2014 Obra Plástica: "Manos a Rodar", de Pamela Villarraza

Nicanor Parra con sus Sermones y Prédicas del Cristo de Elqui (imperdible)

http://www.youtube.com/watch?v=Fpq1oBD24YE - Y AHORA CON USTEDES  Nuestro Señor Jesucristo en persona  que después de 1977 años de religioso silencio  ha accedido gentilmente  a concurrir a nuestro programa gigante de Semana Santa  para hacer las delicias de grandes y chicos  con sus ocurrencias sabias y oportunas  N. S.J. no necesita presentación  es conocido en el mundo entero  baste recordar su gloriosa muerte en la cruz  seguida de una resurrección no menos  espectacular:  un aplauso para N. S. J.  - Gracias por los aplausos a pesar de que no son para mí  soy ignorante pero no cretino  hay algunos señores locutores  que se suelen pasar de la raya por arrancar un aplauso barato pero yo los perdono por tratarse de bromas inocentes aunque no debería ser así la seriedad es superior a la chunga sobre todo tratándose del evangelio  que se rían de mí perfectamente  ésta no sería la primera v...

Reflexiones de un habitante de un mundo, un tiempo, una semana y un día agitados

Cuentan que George Orwell, autor de “1984” y “Rebelión en la Granja”, entre otras obras,  dijo por ahí que en una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario . P arafraseándolo puedo decir que en esta época de Argentina,  traspasada por una falsa lucha entre el poder del gobierno y el de los medios masivos: que se esconden uno  en “el mal” del otro para justificar su propia incapacidad o su ambición de poder, según sea el caso; etapa maniquea tan bastardeada por la mentira permanente, mentira que se ha sumido en el cuerpo de la sociedad como se sume el agua en una esponja, que luego será retorcida por su propia carga para que pueda ser saneada, tiempo en el que hablamos de historia en tiempo presente y olvidamos como vivir el presente sin repetir la historia , en esta época de delirio anunciado con seriedad pero sin vergüenza y por sinvergüenzas, el sólo hecho de no ser manso y obsecuente, de platearse ser un funcionario consecuente en l...