Prosa para la poesía

Yo quiero escribir poesía para que mis emociones fluyan. Que corran fuertes o suaves, o mezcladas en el papel, en el aire, en mi voz, donde sea. Yo quiero que salga lo que tenga que salir, como salga. Quiero que sea una creación y no una fuga, un parto y que, aunque venga con dolor, sea todo menos una sepultura para aquello que inunda en sombras la realidad vívida de los sentidos, del uno al sexto y al séptimo también. Quiero que sea un catalizador, disolvente de las noticias del mundial y la alegría forzosa, confortable y agradable que nos duerme y que se desvanece al rato nomás, que sea un radar y un desintegrador poético para las caras de los políticos que nos mienten desde la sonrisa en adelante, robando votos, botas, botes, botox, lo que sea, que abandonan su pasado para construir futuros lujosos y olvidan a su querido pueblo tanto como a sus declaraciones juradas.... quiero que transforme, despierte, arremeta, arrulle, que ayude a dormir si puede, pero que no obnubile, embobe, atonte,  que sea una porquería, o una belleza si puede, o un poco de cada tanto, pero no de cada tonto…  quiero que no sepa si no sabe,  que no invente si no sueña, que no jure si no lucha, que no diga si no oye, que si quiere pavear pavee, pero que nunca, pero nunca, mienta.

Osvaldo Trossero
julio de 2014

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