Entradas

Un cuentito para los chicos grandes

Imagen
                 Si nuestro país fuese una persona, un cuerpo, podríamos convenir que desde hace muchos años es una persona enferma, aquejada de diversos padecimientos. Tal vez pudiéramos llegar a un acuerdo, quizás, y afirmar o suponer que hacia fines de los años 60 del siglo pasado, es decir hace ya unos 60 años   _que en tiempo de vida de un humano promedio serían varios meses o pocos años, en la etapa de nuestra adolescencia_, comenzamos a manifestar síntomas de una enfermedad autoinmune, por la cual algunas células del cuerpo iniciaron una rebelión contra su rol habitual y hubo una respuesta orgánica muy fuerte, ayudada por la “ciencia” de la época, que terminó por implementar un tratamiento curativo bestial. Al comienzo el propio cuerpo levantó sus defensas, mandando ataques celulares (síndrome de Arteros Ataques Asesinos, síndrome Triple A), pero fue mediante la inyección de diversos venenos y drogas nacionales e importadas, que se intentó la erradicación final de esas células

Explotados y protegidos

Imagen
  ¿Qué paso, explotó todo o lo hicieron explotar? Habían apilado dinamita, T.N.T., ciclonita, fertilizantes nitrogenados, combustibles, nosotros pusimos petardos y virulana. Pero, ¿quién prendió el fósforo? Explotó todo, les gusta que explote, querían que explote: “que le explote a ellos”, dijeron y nos explota a todos, bueno, no a todos, hay unos cuantos, bien pocos, que están blindados contra las explosiones, los explotadores, fanáticos de explotar y también están los otros blindados, bien protegidos: los protectores. Estos te dicen que te van a proteger, pero lo que hacen es acaparar explosivos junto con los explotadores, aunque te juren que te protegen, no, te ponen dinamita en el bolsillo y si vos no los dejás que te protejan, por ahí te la explotan a propósito. A ellos a veces le fallan los cálculos y vienen los explotadores a corregirlos y, adiviná: ¡te explotan! Se turnan, te explotan un tiempo, te protegen otro poco y vos comprás, todos compramos un poco, bueno, ellos nunca co

Desafío de pandemia

Imagen
 En este contexto de incertidumbres pocas veces antes vívido, en este mundo atormentado de noticias, rumores, chismes y certezas de un minuto y medio de duración, me propongo un desafío personal: TRASFORMAR MI MUNDO DE INCERTIDUMBRES EN  UN MUNDO DE PREGUNTAS GENERATIVAS Sí, preguntas sin juicios ni prejuicios, preguntas para abrir horizontes, no para analizar vientos pasados, preguntas que a la mente la dejen atónita, atómica, desestructurada, preguntas magnéticas de luces vivas y chispas divinas, preguntas espermatozóicas que engendren lo nuevo desde el campo cuántico de "eso" que existe si le doy un instante-espacio-tiempo de percepción atenta pero no desesperada...  preguntas que sirvan para sembrar lo nuevo, no para problematizar el pasado... generativas, no degenerativas, ni regenerativas, ya sabrá el universo qué materiales usar para que crezca lo nuevo. Osvaldo C. Trossero Junio de 2021

Niños perdidos

Imagen
  Miro las escenas de la búsqueda de una niñita perdida. Ella vivía, como se dice en este país de los eufemismos: “en situación de calle”, por no decir en un abandono agobiante, sobreviviendo a duras penas, vulnerable a todo influjo, humor, caos, dádiva y suceso.   En el medio de una monstruosa ciudad, reflejo de nuestra inevitable forma de expresar la más fría humanidad que nos brota por los poros, rodeados de monoblocks __ “viviendas sociales”__, autopistas, humeantes contenedores de basura y   gomas en llamas,   las personas reunidas en un rito tribal __que implica incendiar cosas, crear fumarolas, cortar el tránsito de otras personas para obtener atención inmediata de parte de “las autoridades” y de “los medios”__, reclaman la aparición de un ser que se fue __ con la aparente aprobación de su madre __, con otro ser, que ahora es requerido como secuestrador y, con fundado temor, sospechado de ser un posible violador y asesino.   Quedo atónito, confundido. Intento comprender qué es

El consumo me consume

Imagen
     Consumir, el verbo Dios de los siglos XX y XXI. Devino divino, interpreto, por la acumulación de privaciones, injusticias, locuras y catástrofes auto-infligidas por nuestros ancestros durante los siglos anteriores. Antes de eso sólo los reyes, nobles, miembros del clero, los ricos burgueses, los encumbrados de alguna forma, podían “darse el lujo” de consumir más allá de sus básicas necesidades. La Europa de fines del medioevo y comienzo del renacimiento re-aprendió el lujo en sus viajes al oriente lejano, la China imperial, al oriente medio y al norte de África de los árabes, que disfrutaban de exquisiteces que los europeos medievales, en general, desconocían, porque habían perdido en la sombra obscura de la decadencia los rastros de la eterna Roma.      Cuando Europa conquistó América, entre otras pestes trajo a estas tierras ese lujo, de manera contenida. Aunque, convengamos que la América precolombina tenía varios ejemplos de lujo, en forma de oro y joyería ritual, vaya coinc

Cuando "qué" se vuelve confuso

Imagen
   El vacío desértico, la nada misma,  y la saturación, el desborde que todo lo inunda,  vividos y vistos en un instante, pueden ser y parecer lo mismo.     Sólo sus consecuencias pueden ser diferentes: uno ser llenado hasta rebozar, el otro menguar hasta volverse hueco.     Parecerían ser dos estados o etapas opuestas de un mismo proceso.     Entonces, la pregunta inquietante será: "¿cuál?"     Sin dudas le seguirá: "¿cómo?"    Mucho antes esas dos que la fatal "¿para qué?"    Las respuestas, invariablemente, crecerán desde adentro, ¿de qué?     ¡Ese es el gran entuerto! Osvaldo Trossero  Enero 2021

Poesía en la grieta

Imagen
Cae desde las nubes Embozado en flagrantes marroquinerías Brota de ciertos tribunales Y de algunas elegías Un silencio de bóvedas vacías Entre soplos suaves y tormentas La inflación de los inflados Antes que tarde nos cuenta Al más pobre lo escarmienta Y al rico lo hace más rico Mientras sus precios aumenta Entre tanto se discuten naderías Algunos profesan una brutal ceguera ...autoinflingida De un lado o del  otro Sin importar la ideología Y otros caemos en la cuenta Que cuando más se diferencian Más se parecen En sus fantasías Harán falta muchos despertares Para tantos sueños y mentiras. Osvaldo C. Trossero Agosto 2018