Qué son las dicotiledóneas

El poroto se cayó en el medio de la canoa y lo miré con desconfianza, se mojó en la hendidura que tiene en el borde y me acordé que el poroto es una dicotiledónea, que quiere decir que tiene dos cotiledones, que no se qué son pero suena excelentemente exacto. Es verdad, el poroto es una dicotiledónea y se abrió en medio de la canoa porque es, yo sin saberlo que si no lo hubiera evitado a rajatablas, la habichuela mágica del cuento de no sé quién en el que no creo porque no es una religión no creo en no sé quién, ni en su cuento, ni tampoco creo a rajatablas pero el poroto habichuela mágico cree en sí mismo porque es una dicotiledónea exacta y es exacto a rajatablas y como lo cree rajatablas de la canoa, crece mágico y se vuelve árbol y deja de ser poroto habichuela mágica y deja de ser una dicotiledónea exacta y sí es una rajatablas y crece como árbol que crece, mágico, y con las raíces atraviesa el armazón del barco y me muestra que las dicotiledóneas exactas no son sólo una cara bonita, serán dos, sino que son rajatablas. Creció, llegó a las nubes y antes que se hunda mi canoa me trepé por sus ramas entre miríadas de porotos dicotiledóneos exactos y mágicos dispuestos a rajartablas a lo loco hasta que llegué, casi sin hacer fuerza, porque comí tantos porotos de camino, imaginen la propulsión no forzada, dicotiledónea exacta y rajatablas, a las puertas del castillo del gigante que ofrecía una fiesta de disfraces ambientada en la Nueva Orleans del 20 que con una banda de vientos, claro, interpretaba charlestones char-les-tones, en honor a las dicotiledóneas exactas más conocidas como porotos habichuelas mágicos y rajatablas y como era precisamente de modo exacto una fiesta de disfraces lo hice de poroto habichuela mágica que crece a rajatablas, conocido con el rótulo de dicotiledónea exacta rajatablas, aunque aún sigo sin saber la respuesta a las tres preguntas: qué quería decir, qué no dije cuando quería decir lo que no dije que no sabía qué quería decir, ni qué creía que hacía al no decir lo que no sabía qué decir, así que bailé cómodamente en mi disfraz de poroto habichuela mágico al ritmo y son del charlestón.

Osvaldo C. Trossero
Agosto 23 de 2010