Uróboros


Vino la locura disfrazada de gesta
Y el descaro envuelto en falsa naturalidad
Llegó un ruido oscuro queriendo ser sinfonía
Una enorme agresividad fue pasada por franqueza
La “maleducación” y la pereza
Fueron exhibidas como el noble carácter nacional
Lo degradaron todo en cuanto decían protegerlo.

Creamos un monstruo de millones de cuerpos
Autoantropófago, análmico
Desgastado en morderse la cola
Con un resentimiento agrio
Añejo
Que quiso evocar un elixir
Que sólo logró engordar bolsillos
En lugar de inspirar auroras
Y de mostrarnos
Sabiamente
En el espejo.

Entonces, de pronto, brotó un sortilegio
Mordimos algo duro
Y temiendo degradarnos
Hasta el nivel del excremento
Volvimos a empezar a levantarnos
Sin advertir que nuestras propias fauces
Seguían adheridas a la cola, sin remedio
Y en la ilusión de construir lo nuevo
Comenzamos otra vez el mismo cuento
Divididos y valorados, viejamente, sólo por lo externo
Sin declamar tanto el amor
Llegó un silencio
Y no era de saber, sino de hastío
¿Dejamos de mirarnos el ombligo?
¡No!
¡Si es tan rico cada vez que lo engullimos!!

Yo no sé cuándo comenzó esta historia
Cuál es su punto alto y cuál su bajo
Dónde está el honor y dónde se perdió la gloria
En un círculo infinito
Es difícil darle definición a alguno de esos trazos.

 Osvaldo C. Trossero
2016

Comentarios

Entradas populares de este blog

Memoria Adentro - Raúl Carnota

La camorrita

Matices