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Mostrando entradas de junio, 2010

Por – venir

Quemame con la brasa de tu cigarro y agujereame el alma; cociname a fuego lento, derretime en tu manteca. Dame de la sal del mundo, espolvoreame con estrellas frágiles y fugaces, y te prometo mi sabor más esencial en tu boca y en cada rincón que te atrevas a mostrarme para ser desbastado . No reservo para futuras ocasiones más que chispas y algunas miradas, no guardo retazos, no compro afeites embellecedores en shoppings y tax free. Entrego a cada cual lo suyo, en un acto de justicia inmoral, una justicia distributiva, ética de la sinceridad, que siempre encierra la propia ignorancia del no saber lo que no se sabe, con los límites corridos, mojón a mojón, por la sorpresa. Enredate en mis piernas, desangrate, fluí, desparece como arena y pasá a la dimensión de al lado, por el portón que usa mi perno como gozne, para abrir tu nueva realidad. Recorré ese mundo de orgasmos, de ayes, de ronroneos de gata celosa, y volvé sólida, repleta, absorta de no poder contener más de lo c...

Sonar en el vacío

Hay muchas formas de sonar en este mundo: sonar a hueco, sonar a lleno, sonar pip pip pip como en las películas de submarinos suena el sonar; también en algunas ocasiones puede sonarse convincente o quizás convencido, aunque, claro, eso, en el mundo disuelto de hoy en día __líquido, en términos postmodernos__ suene extraño. Cuando vi “Las Bolitas” de Dolina __suena feo dicho así, pero fue el título del cuento que vi arriba de la mesa__, y miré la alguna vez paqueta caja de mis bolas o, con menos doble sentido, esferas chinas, supe que esas cosas colaboraban conmigo repitiéndose (que viene de repito y no de re-pito), fue ahí que se hizo presente el asunto del aquí y ahora y dejé de preguntarme: “¿por quién doblan las campanas?”, y entendí que suenan por mí, aunque las campanas en este caso tengan forma de bolitas... Detrás del cascarón de cartón y paño de dudosa seda verde, están guardadas ellas: dos relucientes esferas perladas, con sendos dragones que me miran y me dicen: acá esta...