La historia del Martín Pescador

A un Martín Pescador que yo conozco le llevó 6 años y 720.000 zambullidas lograr convencer a un fotógrafo, que no conozco, que sus inmersiones de cacería eran perfectas.
Él hizo 720.000 veces lo mismo que hace siempre para vivir, perfectamente bien. Me confesó: “lo notaba tan preocupado a ese fotógrafo que en cuanto lo veía acercarse al borde de la laguna, aunque no tuviese hambre o los pichones no anduviesen a los gritos pidiendo comida yo salía a pescar”. Dijo que él observaba el seño fruncido del pobre hombre y ponía manos __pico y alas sería mejor__ a la obra. 

Me contó que él cría que con 10 o 15 chapuzones lo iba a convencer de la perfección de su tarea; agregó enfáticamente: “¡Es que a mí la naturaleza no me permite equivocarme!”. Así fue que imaginó que el fotógrafo también lograría hacer lo suyo y ver la perfección que buscaba enseguida: "pero parece que no porque siguió viniendo y viniendo", dijo… “bueno, me dio cosa verlo volver y volver, entonces seguí  pescando… ¡¡si engordé como 30 gramos!!” (lo que para un Martín Pescador es como esta panza que yo tengo acá). 

30 gramos, 6 años, 720.000 zambullidas… lo que cuesta a veces ver la perfección, ¿no?

Acá está la otra versión de la historia: http://culturainquieta.com/es/foto/item/8490-tras-6-anos-y-720-000-intentos-un-fotografo-hace-la-foto-perfecta-de-un-martin-pescador.html


Osvaldo C. Trossero
10/2016





Comentarios

Entradas populares de este blog

Memoria Adentro - Raúl Carnota

La camorrita

Matices