Con ojos de mosca
Desde la noche plácida de estrellas, vino, miel y piel. Desde el sillón vigía del sexo nuestro parte un quejido pide auxilio otro lo acompaña y marca el camino por donde se deslizará un ¡Ay! suave, húmedo y estirado, un ¡¡Uff!! un ¡¡Ummm!! Desde el sillón un lento deslizarse-enfundarse-resbalarse, como si se flotara, acrobacias alcoholizadas en tres dimensiones: arriba-abajo-adentro; derramarse, erizarse, encenderse, resplandecer, iluminarse. Viene, se queda, se va. Deseo de ojos remotos que miren lo que el cuerpo ve, lo que el cuerpo siente. Ojos de mosca para ver 270 grados alrededor. Como Olmedo: quiero ojitos en los dedos. Como hoy es: sólo por desear deseo. Hay un sabor, regusto de hongos, ron y vino tinto. Se busca el placer en lo prohibido, hay que ver el placer que trae la libertad de sentir que todo está permitido. Comparado con la guerra y su saber esta batalla es la única donde se puede vencer luchando cuesta arriba: rendir, rodear, someter a la enemiga en una su...