Soñare humanum est

Sueño un pecho con farol adentro,
que alumbre un afecto sólido,
un cariño auténtico.
El soplo infinito del universo,
fresco por fuera,
adentro el corazón latiendo.


Calidez de piel,
olor,
aliento,
caricias,
muecas,
estremecimientos.


Sueño un aura limpia,
una voz completa:
ni aguda, ni ronca,
y en pocas ocasiones
una voz con bronca.


Una tez de porcelana sueño,
que contenga el cálido té de la vida.
Brillo en los ojos y sonrisa de Buda,
la marca de Caín en la frente
y las sienes claras,
abiertas,
inteligentes.


Oídos sanos de oír
y boca sana de hablar
de amar,
de besar,
no sufrida de rogar,
ni de rezar.


Armonía de un sol interior,
un farol,
que arde en el pecho
Sueño.


Osvaldo C. Trossero
Octubre de 2010

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